lunes, 6 de octubre de 2014
Las garras impunes del terrorismo
Este 6 de octubre se cumple el 38 aniversario de la voladura del vuelo 455 de Cubana de Aviación, que se dirigía desde la isla de Barbados a la de Jamaica -con destino en la capital cubana de La Habana.
Fue destruido en un atentado terrorista que tuvo lugar el 6 de octubre de 1976. Las 73 personas a bordo de la aeronave, un Douglas DC-8 de fabricación estadounidense, resultaron muertas en el hasta entonces peor ataque de este tipo en el hemisferio occidental.
La evidencia posterior implicó a varios individuos con vínculos con la CIA, además de algunos miembros de la policía secreta venezolana de aquel entonces (la denominada Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención, DISIP). Uno de ellos, Luis Posada Carriles, vive en Miami bajo la protección el gobierno de los Estados Unidos.
Documentos de la CIA recién desclasificados en 2005 indican que esa agencia estadounidense “tenía inteligencia concreta de avanzada, tan temprano como junio de 1976, sobre planes de grupos terroristas cubanos exiliados, de atacar con una bomba un avión de línea de Cubana”.
A 38 años de un crimen que continúa impune: Monumento a las víctimas de Barbados
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