Por Haidee Vera Batista
El municipio de Antilla, el más pequeño de la provincia de Holguín, cuenta con 12 áreas de salud cubiertas todas por el médico y la enfermera de la familia.
Ellos viven en la comunidad al igual que los especialistas del grupo básico de trabajo lo que reporta grandes beneficios pues no requieren trasladarse de otras regiones para ofrecer sus servicios como ocurría en etapas anteriores. Significa que esta localidad cuenta con una fuerza calificada capaz de realizar las atenciones médicas necesarias.
Esta garantía permite mantener un estricto control y el cumplimiento de los protocolos del programa materno infantil. El personal de la atención primaria y secundaria desempeña un trabajo decisivo en el seguimiento de las gestantes y de los niños menores de un año.
Pero más allá de las responsabilidades médicas existe una cultura en la comunidad en cuanto al cuidado a estos grupos vulnerables. Estas fortalezas facilitan sostener por 32 años consecutivos cero mortalidad infantil y materna, toda una proeza social de la que los lugareños se sienten orgullosos.
La MsC. Mirna Batista Claro, Asesora del Programa Materno Infantil del municipio de Antilla, reconoce la preocupación que mantienen las embarazadas por su salud, atentas siempre de sus prioridades como son las atenciones prenatales. Similar comportamiento se aprecia en las paridas en cuanto al cuidado de los bebés con la ayuda de sus familiares.
En este municipio hay un estricto control de las gestantes de riesgo sobre todo de las obesas, las menores de 20 años y aquellas que presentan alguna enfermedad de base o adquirida. Las de alto riesgo se trasladan al municipio de Banes y al hospital Vladimir Ilich Lenin de Holguín, donde además se realizan la totalidad de los partos de los nuevos pobladores de Antilla.
Hoy el municipio con unos 12 mil 600 habitantes presentan 53 embarazadas y 115 lactantes. La atención esmerada de todos es lo que permite mantener salud y bienestar en las familias antillanas.
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